"Un Varón": Retrato de la Masculinidad Tóxica en el Cine Colombiano - INTERNERDZ.COM

«Un Varón»: Retrato de la Masculinidad Tóxica en el Cine Colombiano

Un Espejo al Machismo en Colombia

El drama «Un Varón», dirigido por Fabián Hernández, se ha convertido en un reflejo crudo y artístico de la herencia violenta que perdura en la sociedad machista de Colombia. A través de la historia de Carlos, interpretado por Dilan Felipe Ramírez Espitia, un joven que vive en un refugio en Bogotá y no puede escapar de la violencia de las calles, la película ofrece un poderoso retrato del ineludible machismo del país.

La palabra ‘varón’ en Colombia lleva consigo connotaciones de fuerza y rigidez, una virilidad que oscila entre ser un ‘caballero’ y un ‘jugador’. Carlos, con su corte de cabello que refleja esta masculinidad forzada, vive en un mundo que exige dureza, respeto y alianzas peligrosas, marcadas por armas, puños y drogas.

Un Viaje por la Falsa Fachada Masculina

La trama sigue a Carlos en Nochebuena, intentando cumplir su promesa de visitar a su madre en prisión, mostrando la dificultad de mantener la fachada agresiva que necesita para sobrevivir. Sus interacciones revelan una lucha por mantener su identidad, desde vender drogas en el refugio, hasta rechazar los avances sexuales de una mujer mayor, todo mientras lucha por mantener su yo auténtico.

La película destaca la relación disonante de Carlos con su entorno a través de tomas largas y estables, mostrando cómo este adolescente aparentemente fanfarrón sufre por dentro y lucha con más de lo que puede admitir. La cámara captura los mensajes contradictorios que atraviesan su mente, especialmente en momentos de vulnerabilidad y soledad.

Una Nueva Ola de Directores Colombianos

«Un Varón» se coloca en diálogo con la película de 1998 «La vendedora de rosas» de Víctor Gaviria, pero Hernández, junto a una nueva generación de directores colombianos, mezcla el naturalismo pionero de Gaviria con una estética estilizada que busca no solo documentar los efectos devastadores del machismo en el país, sino también abrir caminos hacia la emancipación de este.

Si bien la película incluye entrevistas en cámara que pueden parecer didácticas, es en su conjunto donde «Un Varón» encuentra su ritmo emocionalmente resonante y establece a Hernández como un cronista hábil de la Colombia contemporánea. La ambigüedad de su toma final deja al espectador inquieto, pero es allí donde la película resuena con mayor fuerza.

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