[Crítica / Spoilers] Chicken Run: Dawn of the Nugget - Una secuela llena de aventuras y nostalgia - INTERNERDZ.COM

[Crítica / Spoilers] Chicken Run: Dawn of the Nugget – Una secuela llena de aventuras y nostalgia

¿Qué harías si fueras Ginger, una gallina británica (Thandiwe Newton), y tu valiente polluelo Molly (Bella Ramsay) insiste en regresar al peligroso mundo del que escapaste en los 84 minutos de ‘Chicken Run’ de Aardman? Peor aún, ¿cómo te sentirías al darte cuenta de que te has convertido en lo que una vez te rebelaste: una carcelera?

Ginger y su gallo americano, Rocky (Zachary Levi), viven en un santuario libre de humanos, haciendo palomitas de maíz con una lupa y un frasco invertido. Pero cuando Rocky le cuenta a Molly sobre su aventura para llegar a la Isla de las Gallinas, ella comienza a preguntarse qué más hay en el mundo. Así que Molly abandona su jaula dorada y, a pesar de hacer amistad con una gallina llamada Frizzle (Josie Sedgwick-Davies), pronto ambas son secuestradas y llevadas a la ominosa Granja Fun-Land.

‘Dawn of the Nugget’ plantea preguntas universales sobre si la paternidad nos convierte en hipócritas traumatizados, pero luego las deja de lado en favor de una serie de travesuras de slapstick y homenajes visuales a otras franquicias. Aunque el director Sam Fell continúa con la brillantez en stop-motion de la original, los personajes pasan a un segundo plano en favor de las escenas y los homenajes, lo que resulta en una montaña rusa emocional un tanto irritante.

La Granja Fun-Land es una distopía agradable con una doble identidad. Aunque su exterior es de acero industrial y vallas de alambre de púas, en su interior parece un sueño hecho realidad, con atracciones de feria y un cielo azul falso al estilo de ‘The Truman Show’. Pero a pesar de la aparente felicidad, las gallinas llevan etiquetas electrónicas personalizadas y actúan de una manera sospechosamente parecida a la de los habitantes de Stepford.

La villana principal, la Sra. Tweedy (Miranda Richardson), ha vuelto con una venganza personal contra Ginger. Su nuevo secuaz, el propietario de la Granja Fun-Land, el Dr. Fry (Nick Mohammed), es solo un peón en su juego de venganza. Para el Dr. Fry, la invención de los nuggets de pollo y su venta masiva a una cadena de comida rápida llamada Sir Eat-A-Lot es solo un negocio; para la Sra. Tweedy, es una venganza.

A pesar de todos los detalles visuales meticulosos, ‘Dawn of the Nugget’ sufre de la ansiedad típica de las secuelas. Se nota que Sam Fell intenta replicar lo que hizo que la original fuera tan querida, pero en el proceso, se ven las costuras, al igual que la cinta transportadora que lleva a las gallinas lavadas de cerebro a su destino. Aunque hay mucho alboroto por salvar a Molly, sin la prueba de que la película se atreverá a ir allí, el peligro parece caricaturesco y la eventual muestra de solidaridad masiva, que podría haber sido un momento de enseñanza para los padres que ven la película con sus hijos, se desecha como un nugget mal formado.

‘Chicken Run: Dawn of the Nugget’ se estrenó en el BFI London Film Festival y está programada para comenzar a transmitirse en Netflix el viernes 15 de diciembre.

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